Blackland, ilusión? infantil? oscuridad? no lo sé, solo sé que es Blackland, aquel Edén que solo existe en mis recónditos pensamientos.

lunes, 26 de julio de 2010

...


Ojala tan solo se tratase de imaginación...

Opened...


Retornando hacia aquellos tiempos de antaño, observaba como las cosas habían cambiado…
Desde aquella vez en la cual reí desmedidamente, hasta la vez que lagrima a lagrima se iba apagando mi infancia, infancia… “Mi infancia, que fue dulce, serena, triste y sola” […] (Tristitia, Abraham Valdelomar).

Muchas cosas me llevan a abrir aquel baúl de los empolvados recuerdos, instantes vividos en los cuales se me es imposible no conmemorar. Definitivamente, hecho de menos la ultima vez que… fui feliz… feliz? La felicidad no existe. Si existe, rayos, la verdadera felicidad esta en Cristo…

Tengo, siento, siento ganas de… de hacer muchas cosas, de hacer nada, quiero… quiero; no, ya no puedo, me es insoportable mantener en calma las aguas de este océano, siento que el diluvio viene y la marea aumenta…

Lo peor de todo es que, no puedo ser o hacer lo que el ser humano normal común y corriente puede, y, solo por algunos aspectos lo envidio… Que fácil puede resultar para él fruncir el ceño, o expresar su malestar o tristeza, o simplemente llorar, porque al fin y al cabo, tiene ganas. Y por que, rayos, yo no?? Por que siento que cada vez es mas profundo el pantano el cual me encuentro ahogándome en este mismo miserable instante??

Las calles vacías, plagadas de personas; los parques sucios sin ninguna banca decente; y al llegar a casa, ohh, fingir con una falsa e hipócrita sonrisa que todo va bien. Claro, porque al resto que diablos le importa lo que uno pase; como oí hace un tiempo un dicho bien criollo, y cierto: “la proseción se lleva adentro”.

Ya estoy cansada, como diría mi estimado “classmate”: “ofuscada”. En fin, ojala se me pase pronto, sí, ojala, porque, enserio, no me puedo desahogar. Así que, bueno, a ver si bailo por un momento, una buena mezcla de Electro Industrial, si, justo ese que me estaba descargando aquel día que... tampoco pude llorar....

martes, 13 de julio de 2010

En el funeral de mis lúgubres pensamientos... Cordialmente invitados al entierro... †


Ahora en el campo abierto

siendo un día más de invierno gris pero, realmente, no tan gris, pues salió el sol,

aunque, este (felizmente) no es tan cegante ni hostigante,

es aquí donde las paredes no son tan visibles y las personas tampoco, es donde la imaginación se apodera de mi, gracias musa, se que aun sigues ahí, en uno de los rincones de mi grisácea mente.


Observo las hojas secas del otoño que vuelan con el viento que acaricia mi fruncido rostro,

el cielo que eceguece con sus espesas y casi palpables nubes,

el lapicero en mis frías manos como si tuviese vida propia;

recogiéndome el alborotado cabello

y respirando el agradable aroma de la tarde... Oh musa, como te paseas en mi cabeza, el Eterno siempre testigo de aquello, profundizan la vida y, a la vez, la vuelve cada vez más infinita.


Con el recuerdo de aquellos días atrás, los cuales la luna no estuvo para consolarme y llorar conmigo, cómo me hacía falta aquella Luna! mi Luna! (nuestra Luna).

Los ojos ahogados en el mar de penurias,
el corazón destilando coágulos de sangre muerta que atravesaban por las calcinantes llagas.


Aquellos días en los que mis trajes blancos se tiñeron con sangre, sangre viva, sangre mía; y el alma padecía gritando por un silencio, un refugio, un: basta!


Pero aquel momento nunca se dio, el refugio de mis comprimidos pensamientos había cerrado sus puertas y mi sombrío corazón iba mutando convirtiéndose en solo un trozo de carne exánime, cuyo latir se iba apagando con la ayuda del odio que siempre andaba con su fiel compañera, la tristeza.


Cada acción, disparo, espada, lanza, granada, dardo, y versos venenosos, que contaminaban mis oídos transportándose inmediatamente hacia mi subconsciente, hacían que cada movimiento mio sea el más lento, el más débil, hasta que, el cumulo de impotencia y amargura, yacían en mí, sumergiéndose sutilmente con suaves y ardientes gotas de hiel; impulsaron, en todo mi ser, una inesperada (aun para mi) reacción, la que demostraba que dispuesta a todo me encontraba.


... ... ... ... ... ... ... ... ...


Silencio, mucho silencio, ya pasó, ya terminó.

Sintiendo que sobre mi descendía una tenue luz con ciertas e invisibles partículas de paz y mansedumbre, como si me rosacen las tersas y delicadas plumas se las aves, sintiendo la encantadora fragancia de las flores atravesar mi cavidad nasal.


Era Aquel que, por gracia, ponía eso en mi, cogiendo de sus manos la profundidad del alma y el dañado corazón con tiernas caricias suyas.


Es así como el Eterno actúa, trayendo la paz en plena tormenta, tormenta de sangre, y que me demuestra, cada día, su inmensurable amor. Gracias...



Ya es tarde, el día continúa sin saber que es lo que traerá consigo, solo espero que otra vez no tenga que disgustarme...

lunes, 12 de julio de 2010

Me gustas cuando callas porque estás como ausente...


"Me gustas cuando callas porque estas como ausente" (Poema XV, Pablo Neruda)
Quizás ya lo había dicho antes, o no, (claro que, sin ninguna intencion de quitarle este verso a mi inspirador Neruda)
pero, siempre disfrutaba cada instante en tu solemne silencio
el cual en mi mente maquinaba mil y un ideas retorcidas en lo inimaginable
en lo inexplicable, en lo indescriptible

Sucede que, en la profundidad de mis anhelos, te hallé pero, a la vez, cierta suspicacia en la mirada que, poco a poco iba atrayendo a mi grisácea mentalidad de ser viviente
cuyas ansias eran poder ser alguien para ti
alguien importante en tu vida, o al menos, alguien de quien puedas guardar retazos de tu memoria...

Constituyéndote en la legión de mis sueños
guardándolos en lo más profundo de mi alma
he citado cada tétrico verso de mis añoranzas
en la cumbre de nuestras sombrías alboradas
en las que fui recogiendo piezas y rastros tuyos
para llevarlas siempre con migo
teniéndote más cerca de lo que puedas estar...

Me gustas cuando callas, porque sé que por tu mente
exceden las palabras, y en tu corazón sobre abundan los deseos y sentimientos...

martes, 6 de julio de 2010

Gotas de Hielo


Caminando por el trecho hacia su destino
con el añoro de un día nublado y corto, y una oscura y espesa noche
recorría por su mente el recuerdo
de aquellos días en los cuales no hallaba fin
sumergiéndose en la profundidad del turbio océano de su alma
hasta que aconteció en ello la torrente lluvia que mojaba y a la vez quemaba terriblemente
por qué sera que cada que piensa en aquello, en lo oscuramente más bello que pudo suceder,
el corazón ya muerto revive dando gritos de agonía para que, una vez más, vuelva a morir...

Será que ese recuerdo la teletransporta hacia esa fúnebre realidad en la que se vive para morir, y se muere por vivir... Aveces los recuerdos son parte del baúl de los sueños rotos, tan hirientes como cuando una Black Baccara es arrancada cruelmente de su raíz mucho antes de la temporada...

"Ya no más, no más oscuro llanto, no más, no quiero recordar más aquel trágico pasado".., que, por cierto, no fue tan pasado, ya que aun revive el dolor en su apagado corazón, como si hubiera sido hace un instante aquel acontecimiento que marcó su vida ocasionando un inmenso y profundo pozo de dulce amargura en su sombría existencia...

ELOI, ELOI, LAMA SABACTANI !!

Solo un ser que lo puede todo, es aquel que puede consolarla, Eterno, solo Tú podéis hacerlo.

...Llueve en mi, Eterno redentor, como gotas de hielo...