Monólogo Soledad

Un día más, despertar en esta fría habitación... Frío, me gusta este clima, con la temperatura casi inexistente. Una taza de café cargado con mucho azúcar, para comenzar el día; rayos! mi nutricionista me dijo que no debo consumir cafeína,, en fin, por un día más, no hay mucha diferencia.

Miro a mi alrededor, ¿Como se puede vivir así? Mas allá de mi desordenada habitación, una guitarra enpolvada, ultimamente no la estoy tocando, definitivamente la Universidad no es una cosa de locos, es una cosa de cuerdos, que tienen que permanecer así para poder organizar su tiempo, su espacio, su vida; algo que aun falta...

Mis padres, mi padre trabajando; madre, también (por así decirlo); mis hermanos, a quienes amo con mi vida, hermana en su mundo rosa de la niñez; (mi otra hermana, estudiando y, bueno, como toda una señorita, preocupada por sus asuntos y responsabilidades aunque, de vez en cuando, damos un pequeño respiro); mi hermano, tratando de salir adelante a fuera, a fuera, un mundo muy distinto a este, aunque, ya ni tanto, pues, todos los errores, costumbres y pésimas actitudes ya se están reflejando por estos lares.

Me dirijo a la Universidad, oh oh! otra vez no almorcé, ahora tendré que comprame una de esas hamburguesas de dudosa procedencia, y en la noche recibir el regaño de no haber comido antes de ir a estudiar. Entro al aula, si, otra vez tarde, vaya, que ejemplo de "señorita universitaria"; cualquier carpeta vacía, en fin, las gafas me ayudan bastante. Mis compañeros observandome; soy de las personas que gustan pasar desapersividas, pero, no sé por qué rayos de alguna u otra manera, algo de mi les llama la atención, y lo peor es que no sé que es ese algo; dialogo, me hablan, me aburro, oigo la clase, receso, escucho algo de doom para relajarme, mi aula repleta de alumnos, demasiados alumnos para mi gusto, no por ser antisocial, si no que, no me agrada mucho estar con demasiadas personas, menos aun, si no son de mi interés o como también, yo no lo soy del suyo.

Salida, volver a casa para comer algo, conversar un rato con mi madre y seguir con mis asignaturas hasta la madrugada, para al día siguiente despertar y, rayos, rutina. Aunque, no siempre es así, pues, como sea, trato o intento hacer algo que marque la diferencia, en lo que sea, hasta con las personas (de vez en cuando).

En fin, puedo estar rodeada de mucha gente pero, son como bultos o reflejos no habidos, impalpables, ausentes, o quizás, la ausente sea yo...yo... una más, una estudiante más, una ciudadana más, que hace el intento por ser alguien en el mundo,,, mundo? si. Pero, ¿se puede saber que rayos estoy diciendo?, ¿una más? ¿a quien engaño? yo?, yo soy lo que muchos no valoran y lo que pocos aprecian, soy una hija del Eterno Padre, si, con mis defectos y virtudes, con mis extraños, hasta algunas aveces, infantiles pensamientos, pero, que dar a conocer mi corazón en todo su latir, así soy, y mi forma o "my way" no obstaculiza en nada mi relación con mi Padre, y, si tengo que cambiar, pues, solo Dios sabe como y cuando, con amor o con dolor, pero, solo pido ser yo en todo tiempo, en todo lugar; ojala pudieran comprender lo grato que se siente ser uno mismo. Tal vez sea mucho pedir.